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Jonathan Gasco Ochoa

Ganador Nocturna

Jonathan, es la segunda convocatoria en la que obtienes premio. Ya suponemos que estarás más que satisfecho, pero por favor, comparte con nosotros lo que hay en tu interior tras recibir este premio.

 

      Pues mucha alegría. Es muy gratificante ver cómo tu trabajo es reconocido y además recompensado. Me hace especial ilusión recibir este premio por varios motivos, pero son dos los más destacados. En primer lugar, porque no es una especialidad "la fotografía nocturna" en la que me encuentre realmente cómodo aunque me gusta mucho  y cada día le dedico más tiempo. Y el segundo motivo es lo especial que las bases hacen a este concurso. Considero que es realmente difícil optar a premio en un concurso en el que las bases son tan estrictas. Pero, lo que en un principio puede parecer un hándicap para la participación en él, estoy convencido de que será su punto fuerte en futuras ediciones. Son pocas las fotografías ganadoras o premiadas en grandes concursos a nivel internacional que se escapen a las críticas por presunto exceso de manipulación en los ajustes del procesado de sus archivos. Todavía no está bien clara la línea que uno puede o no puede traspasar en la mayoría de concursos, a excepción de unos pocos y entre ellos, se encuentra "Naturforo-Aefona" que presenta unas bases claras y bien definidas. Quizás haya gente que esté leyendo esta entrevista y no sepa que ni siquiera se permite el enderezado del JPEG presentado, ¡todo un reto con el que uno ha de lidiar para poder tener éxito en este concurso!. Por lo que sé en la cuarta edición incluso habrá un apartado exclusivo para las dobles exposiciones, me parece un gran acierto, una iniciativa fantástica.        

 

 

Como no vamos a volverte a hacer las mismas preguntas que el año pasado, que ya fueron muy interesantes, cuéntanos algo sobre tu fotografía ganadora y háblanos en general sobre la fotografía de naturaleza, es decir, cuéntanos lo que quieras (fotografía, naturaleza, sentimientos, ideas…). 

 

     

      Fue una grata sorpresa recibir la noticia de que mi foto había sido ganadora en el apartado de "Fotografía nocturna". Considerando que soy neófito en esta modalidad y viendo los trabajos que habían presentado los demás compañeros, es un premio que valoro por partida doble.

 

      Poseo un objetivo macro de la marca Meyer, concretamente el 100mm f2.8 Trioplan, que ofrece unos desenfoques que a mí personalmente me gustan mucho. Estaba fotografiando en el interior de un bosque, jugando con las luces que se filtran entre las ramas y aprovechándolas para realzar las siluetas de los setas y crear fotografías algo más artísticas. La noche se me echó encima y tuve que improvisar y crear un ambiente que me estimulara. La posición de estas dos setas "enamoradas bajo la luz de la luna" fue el motivo escogido.

 

      Hablando de fotografía de naturaleza, decir que me fascina. No pasa día en que esta disciplina no deje de asombrarme y cautivarme. Las técnicas empleadas con maestría por fotógrafos tanto nacionales como internacionales son de una calidad extrema. No sé dónde está el límite pero la capacidad de progreso que tienen algunos autores es motivo de estudio. El nivel artístico de las imágenes llega a ser sorprendente y esto resulta muy motivador, inspirador y a la vez esperanzador por lo menos para mí –cansado de ver una y otra vez la misma fotografía variando mínimamente el encuadre y a veces el momento de luz o atmósfera, sólo a veces–. Creo sinceramente que debemos estar muy agradecidos a aquellos que dan rienda suelta, y además con acierto, a la creatividad. Es un ejercicio de generosidad mostrar o rescatar métodos y técnicas muchas veces olvidados, o incluso considerados obsoletos, para hacernos disfrutar a todos de la fotografía. Quizás sea este aire fresco y creativo, en parte, lo que sostenga a la fotografía de naturaleza. La capacidad de inventar y asombrar no está al alcance de todo el mundo, sea del ámbito que sea, y la fotografía no es menos. Unos pocos escogidos tienen dicha capacidad, los demás intentamos no desviarnos demasiado del camino que otros van marcando, aunque en ese camino intentemos plasmar nuestro propio sello de identidad como debe de ser. 

 

      Para mí la fotografía de naturaleza es una forma de expresión artística con la que el autor puede mostrar sentimientos y preocupaciones, además de bellos lugares y comportamientos singulares de especies animales. Las preocupaciones que intento reflejar proceden del daño que generamos al planeta y a todo lo que nos rodea, considero que somos máquinas de destrucción masiva... Los sentimientos son muchos y variados, porque detrás de cada fotografía hay una pequeña o gran historia que uno guarda para sí mismo. Es curioso cómo juega con nosotros el subconsciente –y digo el subconsciente porque yo de memoria más bien tengo poca–, podría acordarme casi con total seguridad del momento, el lugar y lo que me empujó a realizar cualquiera de mis fotografías. Y eso que aunque no cuente con un archivo fotográfico de cientos de miles de imágenes, son muchas las fotografías ya realizadas. 

 

      Yo asocio la fotografía a esos momentos intensos que produce el silencio y la soledad bien acompañada en una mañana de niebla en el interior de un caótico bosque de hayas – algo menos caótico los días de niebla que ayuda a componer y limpiar el paisaje de distracciones inadecuadas y te permite centrarte– donde ves una rama repleta de hojas de un vivo color verde que te va genial en la composición. O a la espera en lo alto de un risco en pleno otoño con todo cubierto de niebla, pasando frío y preguntándote qué narices haré yo aquí cuando en casa me espera mi mujer y su sonrisa, pero finalmente ves como esa espera da sus resultados y la fotografía que vagamente imaginabas en tu mente empieza a dibujarse infinitamente más bella que en cualquiera de tus sueños. 

 

      Sólo unos pocos árboles asomando y vestidos con sus mejores galas otoñales, nada más, no necesito nada más para ser feliz y saber que ese momento vivido no lo olvidaré jamás. O la sensación que produce ver las primeras nieves que visten de blanco esas cumbres tan fotogénicas y que instantes antes dabas por perdidas debido a las adversas condiciones del momento, pero que gracias al tesón y a la paciencia –dos utensilios que no ocupan nada y que cada fotógrafo debería llevar siempre en la mochila– te vas a casa satisfecho porque te llevas a casa la foto que tú querías de aquel lugar al que difícilmente puedas volver. El regalo de la fotografía quizás sea la inmensa alegría que invade a uno al descubrir que después de varios minutos de exposición en una noche negra como el tizón aparezca como por arte de magia en la pantalla de tu cámara una noche estrellada que ni el mismo Van Gogh firmaba. Magia, una buena palabra para definir lo que envuelve a la fotografía y, porque no, uno de los principales motivos que me empujan a volver a esos lugares gélidos e incómodos día tras día para poder llevarme un recuerdo que "mi memoria" nunca olvidará. 

 

 

 

Galería en Whitake

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Fotografía de fondo:     1 Premio Categoría Fauna 2013 - Jonathan Gasco Ochoa

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